Una pareja de ancianos que cumplía 85 años de casados decide ir a un restaurante para celebrarlo.
Le cuentan al camarero qué tipo de festejo celebraban y entonces los ubica en un lugar romántico para que disfruten de la cena.
El viejito dice: Mi Reina, ¿dónde quieres sentarte?
Aquí, dice la anciana.
Mi Princesa, ¿quieres un aperitivo para comenzar?
Sí, un jerez, gracias.
Mi Ángel, ¿qué te gustaría comer?
Ella pide la carta y hace su pedido.
Mi Dulce, y ¿qué vino quieres?
El camarero no podía creer lo que oía...
De repente la anciana se va al baño, y su marido le dice: - Ve, mi Vida, yo te espero aquí.
La anciana se va al baño y el camarero, sorprendido, le pregunta al anciano: ¿Cómo después de tanto tiempo llama Ud. a su mujer con esas palabras tan bonitas? "mi reina, mi ángel, mi princesa, mi vida"... Me tiene impresionado.
El anciano lo mira y responde: ES QUE NO ME ACUERDO COMO SE LLAMA LA JODÍA
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