La bella empleada, llorando, agarra su maleta y se despide de la patrona.
La señora le pregunta.
- ¿A dónde vas?
- Me voy a mi pueblo, a morir cerca de los míos.
- Pero, qué pasa ... ¿por qué dices eso?
- Señora, usted misma dice que su esposo es un excelente médico y que nunca se equivoca en sus diagnósticos.
- Sí, eso es cierto, él nunca se equivoca en un diagnóstico.
- Pero, ¿qué tiene que ver eso con tu salida de la casa?
- Por eso precisamente, es que el señor esta mañana me apretó los glúteos y diagnosticó:
- ¿A dónde vas?
- Me voy a mi pueblo, a morir cerca de los míos.
- Pero, qué pasa ... ¿por qué dices eso?
- Señora, usted misma dice que su esposo es un excelente médico y que nunca se equivoca en sus diagnósticos.
- Sí, eso es cierto, él nunca se equivoca en un diagnóstico.
- Pero, ¿qué tiene que ver eso con tu salida de la casa?
- Por eso precisamente, es que el señor esta mañana me apretó los glúteos y diagnosticó:
"De esta noche no pasas".
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