Una mujer llega a su casa inesperadamente tarde la noche de un viaje. Va derecha al dormitorio y abre cuidadosamente la puerta.
Debajo de las mantas ve cuatro pies en vez de dos.
Entonces va en busca del bate de béisbol de su hijo y empieza a golpear con todas sus fuerzas los dos cuerpos que hay bajo las mantas.
Después, ignorando los quejidos provenientes de la cama, va hacia la cocina a beber un vaso de agua.
Cuando entra en la cocina, ve a su marido allí leyendo una revista.
"Hola cariño", le dice él, "tus padres vinieron hoy a visitarnos y, como estaban cansados, les dije que se acostaran en nuestro dormitorio.
¿Ya los saludaste?”
¡¡Upsssss!!
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