Quiero compartir con Uds una reciente experiencia relativa al beber y conducir, después de haber tomado más de una copa de vino.Estoy completamente convencido de que se debe ser socialmente responsable.
Fui a comer con algunos amigos para celebrar un cumpleaños.Entre comida y charla, una copa de vino trajo a la otra y al darme cuenta que me había pasado, hice algo que nunca antes había hecho: responsablemente opté por volver a casa en ómnibus.
Llegar sano y salvo a casa fue una muy agradable sensación - sobre todo considerando que nunca en mi vida había manejado un ómnibus.Ahora lo tengo estacionado frente a mi casa y no recuerdo de dónde mierda lo saqué.P.D.: que conste que esto me lo contó un pariente argentino
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Un poco de educación vial
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