Había una vez cuatro individuos que se llamaban Todo el mundo - Alguien - Cada uno - y Nadie...
Había un importante trabajo que hacer y se pidió a Todo el mundo hacerlo.
Todo el mundo estaba seguro de que Alguien lo iba hacer.
Cada uno podía haberlo hecho, pero en realidad Nadie lo hizo.
Alguien se enojó porque el trabajo era de Todo el mundo!
Todo el mundo pensó que Cada uno podía hacerlo y Nadie dudaba de que Alguien lo haría.
Al fin de cuentas, Todo el mundo hizo reproches a Cada uno.
Porque Nadie había hecho lo que Alguien podía hacer.
MORALEJA
Si se quiere hacer reproches a Todo el mundo, sería muy bueno que Cada uno hiciera lo que se debe hacer, sin tener la esperanza de que Alguien lo hará en su lugar, porque la experiencia muestra que, cuando se espera a Alguien, generalmente no se encuentra a Nadie!
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