¿Cuál es el origen del refrán: Muerto el perro, se acabó la rabia?
“Muerto el perro, se acabó la rabia” es un refrán que tiene su origen en un hecho cruel. Se trata del sacrificio de perros rabiosos. Esta práctica se llevaba a cabo con el fin de evitar que esta enfermedad se siguiera propagando pues antiguamente se creía que matando al perro que había mordido a alguien se evitaba el contagio de la rabia que este padecía.
En la actualidad esta frase no se aplica de forma literal, por lo que no hace referencia a la muerte de ningún animal sino que se utiliza para decir que en ocasiones se deben tomar medidas radicales para ponerle fin a un problema poniéndole fin al factor que lo causa.
Al terminar con el factor causante, entonces también se acaba con sus efectos o consecuencia.